El sueño importuno

(Arriaga) 

No vengas dulce sombra
de mi adorado dueño
a hermosear mi sueño
para volar con él
Mi labio, ay Dios te nombra
pero despierto
y pago caro
el fugaz halago
con un dolor cruel
No vengas dulce sombra
de mi adorado dueño
a hermosear mi sueño
para volar con él.

Elisa

(Rivera Indarte) 

Cuando por ti Oh Elisa
palpitaba el pecho
a mi huérfano lecho
Vi una sombra llegar
"Sigue" -dijo- "mi vuelo 
desventurado amante;
verás a la inconstante 
que causa tu penar"
Seguila...tu dormías y un delito soñabas
El nombre pronunciabas de mi rival feliz
¡Cruel! Exclamé temblando
Pérfida! Infiel Elisa
y errar una sonrisa
entre tus labios vi.

Julia 

(Méndez)

Bella Julia, dulce amiga
oye, oye mi cruel desconsuelo
no dejes que eterno duelo
me quite la vida, no!
Y en esos humildes ojos
leo tu ley, mi destino
para encontrar el camino
de ser tuyo y mía tú.
Pues tiene escrito mi estrella
se apaga mi luz sin ella. 

A la memoria de Sara

(Francisco Acuña de Figueroa)

Ausentóse de la tierra Sara,
flor cándida y pura;
una yerma sepultura
Su fragancia devoró!
Y en su rápida agonía
divagó muda a los ojos,
dejándonos 

Ay! Despojos
de su ser encantador. 

El Ángel 

(Esteban Echeverría)

Llena de pena el alma
yo pasaba la vida
buscando la querida
estrella de mi amor
Astro fulgente y dulce
que con su luz debía
llevarme por la vía de la felicidad.

El pescador de Palermo

Pobrecillo pescador
de las costas de Palermo
Infeliz! Estás enfermo
o prisionero del amor.
Tu barquilla navegaba
muy serena por el río
era libre su albedrío
y la paz inalterada
Más llegaste a la orilla
y una deidad advertiste
En el momento sentiste
en el corazón dolor
Pobrecillo pescador 

Quién mejora mi suerte 

(Cervantes)

¿Quién mejora mi suerte?
la muerte
¿y el bien de amor, quién lo alcanza?
Mudanza
¿Y sus males, quién los cura?
Locura
De este modo no es cordura
querer curar la pasión
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura
Quién me causa este dolor?
Amor
Y quién mi gloria repugna?
Fortuna
Y quién consiente mi duelo?
El cielo
De este modo yo recelo
morir de este mal extraño
pues se adunan en mi daño

Amor, fortuna y el Cielo.

La pubertad 

(Vicente López)

Qué se hicieron las dichas
que me halagaban tanto
Quando todo era encanto
mi vida al comenzar
Mis ojos de improviso
A otro encanto rendidos
Le dejan sorprendidos
Al pecho penetrar
Un solo bien ya puede
Dar a mi pecho agrado
Y si no está a mi lado
El alma le hace estar:
Vuélveme amor tirano
mi perdida soltura
y mis heridas cura
o vas en mi a morir
Ay! Campo y tus delicias
Ay! Plata y tus orillas
Ay! flores y avecillas
pasó vuestro hechizar
Adiós, adiós entonces
De mi niñez contento
Que un nuevo sentimiento
Me empieza a dominar
El siempre está en el alma
Siempre su nombre digo
Y si nombrarle oigo
Siento el color mudar
Mas ah! Si ya porfiado
favorecerme quisieres
Encanto de los leves

 Encanta mi vivir

Mi destino 

(Esteban Echeverría)

Presa de mis dolencias
el corazón marchito
a veces angustiado
me concentro en mí mismo
y voz secreta escucho
decirme al oído
En juventud temprana
morir es mi destino.
De Prometeo el fuego
arde en mi pecho altivo
Un buitre despedaza
mi pecho enardecido
y mi existencia llena
de angustias y conflictos
Que en juventud temprana
morir es mi destino
Con el mirar profundo
De espíritu divino
mi genio el universo
abarca lo infinito
pero voz ominosa
me repite al oído
Que en juventud temprana
morir es mi destino
Como la flor del campo
que el inflamado estío
agostó en el momento
de desplegar sus visos
Así se han marchitado
Mis juveniles bríos
Que en juventud temprana
morir es mi destino
Mi corazón desmaya
de dolor consumido
y mis fugaces días
sin ostentar su brillo
Se eclipsan y descienden
a la mansión de olvido
Que en juventud temprana

morir es mi destino

El desamor 

(Esteban Echeverría)

Acongojada mi alma
día y noche delira,
el corazón suspira
por ilusorio bien
Más las horas fugaces
pasan en raudo vuelo
sin que ningún consuelo
a mi congoja den.
Por mis venas corre ardiente llama,
sin cesar me inflama,
de dolor,
Una voz secreta
dice ¡infortunada!
Eterno desamor
Como muere la antorcha
escasa de alimento
así morir me siento
en mi temprano albor:
ningún benigno soplo
da vigor a mi vida,
pues vivo sumergida
en triste desamor.
Como fatuo destello
que brilla y se evapora,
se disipó en la aurora
el astro de mi amor;
y fuese con él mi dicha,
fuese con él mi calma;
quedóle sólo al alma perpetuo desamor.